Volver a ser madre pero esta vez de lejos. Cuando ya no te acuerdas de aquellos balbuceos. Cuando pasaste su niñez y su adolescencia como un torpedo. Cuando te perdonaste por los errores viejos.
Y vuelves a ser madre, pero ahora de tu nieto y vuelven los fantasmas y los terrores nuevos, que creíste olvidados, curados, enterrados y vuelves a ser madre de tu niño pequeño.
Ese pequeño sabio que lo repite todo, que te mira inocente como tú de algún modo. Como miró tu hija cuando era pequeña, como mirabas tú y tú mamá y tú abuela.
Y vuelves a ser madre y se te rompe todo y te miras de frente en ese cristal roto que te cuenta las lágrimas y estira las arrugas, y te abraza y te besa y te regala ternura.
Y hoy vuelves a ser madre y te das muchos besos y muchas más caricias y unos pocos consejos y hoy vuelves a ser madre y te ríes de todo porque ese niño chico eres tú de algún modo.