Un oxímiron perfecto
Una broma colosal
Una simple inteligencia artificial
Vacía de contenido, de empatía, de amistad.
Sin emoción, sin sentido, solamente artificial.
Grandota, tontorrona, simple, sin empatía y cariño.
Sin glándula pituitaria, sin acercarse a los niños.
No necesita vacunas, ya viene desconectada, su ADN divino no se aprecia en su mirada.
Y puede ser un pariente, un vecino o tu sobrino. No importa, no te verá, solamente ve su ombligo.
Yo me alejo de la técnica vacía de corazón, me quedo con tus caricias y con toda mi emoción.
No me interesa tu máquina, tu robot con ambición. Prefiero mirar al niño que alguna vez existió.
Elijo la piedra, el río, cualquier cachorro o una flor.
Es momento de saber donde está la humanidad. De alejarse de los zombis, de su artificialidad. Detrás de tu inteligencia que se ha vuelto artificial y ya no se da ni cuenta que era dios y era inmortal.