Ponle un lazo a tu sonrisa, sazónala con humor, añádele mucha alegría y un poquito de pasión.
Y sal contenta a la calle, olvida tu mal humor, hacer feliz a los otros, es hoy tu mejor misión.
Sin descanso, sin fatiga, con cariño y con amor. Es lo único que importa, con lo que te sentirás mejor.
Esta vida es un pañuelo, hoy te toca dar a ti, en algún tiempo lejano fuiste también aprendiz.
Hoy te llamarán maestro, pero todo es tan sutil…Todos somos los maestros de nuestra vida y al fin aprendemos repitiendo y volviendo a repetir.
Dos más dos nunca son cuatro a veces son cuatro mil. Somos todos aprendices. ¡Vamos cuenta conmigo hasta el fin!