Sin hablar, sin decir nada, no malgastes las palabras, no hace falta, ya no más…
Un abrazo, una caricia, un saber que estás y ya.
Las almas se reconocen, los cuerpos llegan después, el corazón desconoce el amor por interés.
Te quiero sin opulencias, no hace falta decir nada. Te miro y si tu me miras, me muero en esa mirada.
Todo lo dijimos ya, las preguntas, las respuestas…
Un abrazo y una tierna caricia, lo demás esta de más, no hace falta, ni es la meta.
Se hace camino al andar, dame la mano y ya está. No hace falta decir más. No hace falta, estoy de vuelta.