Y después de mil batallas, siempre queda otra guerra que librar.
Toca ejercer la ciencia de la paz, serenar la mente y aligerar el cuerpo. Ser artífice del sosiego y el equilibrio necesarios para librar una nueva batalla sin hacer mucho ruido. Sin violencia, sin desesperanza, con la certeza de que todo sucede por algo y para algo y que siempre, siempre saldremos reforzados y fortalecidos.
Los peores escenarios son para los artistas más avezados. Las montañas más altas son para los alpinistas más expertos. Los retos más difíciles son para los hombres más valientes.
Valentía para enfrentarse a ti mismo y tus fantasmas.
Valentía para cambiar el rumbo erróneo y rectificar.
No es fácil enfrentarse a la sombra, se requiere mucha paciencia con uno mismo y con los demás que son un espejo y un ejemplo.
Aprender a ejercitar la paciencia con mucho arte y mucha paz. Es todo un reto. Te ánimo a probarlo.
Se requiere paciencia💜🙏💜