Quererte como eres, no como he proyectado que seas.
Amar todo de tí, incluso lo que no comprendo.
Respetarte como adulta, aunque no me haya dado cuenta de cuándo ocurrió que te hiciste mayor.
Verte y admirar tu camino, en paralelo al mío, pero sin interferir uno con el otro.
Sentirte dentro de mí, aún cuando estés lejos física o mentalmente.
Merecer todo tu amor y saber recibir el que me das, consciente e inconscientemente.
Escucharte sin opinar, apoyarte sin aconsejar, acompañarte sin invadir tu intimidad.
Acunarte, amamantarte, cantarte, acariciarte, abrazarte, pasearte, dormirte, jugar y cansarte.
Eres mi hija y eso es lo único importante.
9 meses en mi panza
Toda la vida en mi corazón ❤