Y empezamos a respirar en esta bella tierra que es nuestro hogar temporal.
Quisimos aterrizar aquí a través del útero de nuestra mamá humana y abrimos los ojos olvidando por qué habíamos venido.
Pero muchos estamos empezando a recordar. Llevamos años trabajando, drenando emociones, sanando dolor de ésta y otras vidas.
Hemos hecho terapias, cursos, retiros, viajes misionales, asistido a talleres, conocido a chamanes, sabios, doctores, curanderos, charlatanes, algunos pocos pero contundentes estafadores de los bolsillos y las almas.
Hemos hecho ayunos, dietas, oraciones, círculos, mankapachas…
Todo ha sido un perfecto aprendizaje para llegar hasta este momento en el que nos tenemos que tirar en paracaídas sin instructor.
Terminó la formación amigos, hermanos de alma y eones.
El espectáculo acaba de comenzar y elegimos la platea.
No os perdáis la función. No todos han podido sacar su entrada. Algunos la verán en diferido, otros tendrán que esperar hasta la siguiente representación.
Tú tienes asiento reservado en primera fila hermano. Límpiate las legañas y disfuta del espectáculo.