Escucha a tu corazón, allí no hay ningún ruido, solo el tic, tac escondido de tu propia vibración.
Necesitas retirarte del sonido, estar mudo, equilibrarte. Este mundo delirante no tiene más recorrido, asume que está vacío, no lleva a ninguna parte.
Los sonidos del silencio te hablarán de madrugada, asómate a la ventana y verás salir el sol. Oirás cantar a ese búho que de noche te enamora. Saludarás a la aurora, te llevará de excursión.
El silencio es un regalo en las noches de verano, en las mañanas de otoño y en las tardes de diciembre.
Te invita a jugar a duendes y se disfraza de luz, para que añores su ausencia si no estás en su presencia, para que ores sin tener que hacer la señal de la cruz.
El silencio eres tu mismo cuando sales del abismo y te miras y te ves y te amas como eres sin querer ser más que nadie. No te hagas más desaires y abrázate de una vez.
Tú mismo lo tienes todo, no puede ser de otro modo, no necesitas a nadie, solo a tu infinito amor.
Quiérete tal como eres y ámate por favor♥