Caminando por la vida he aprendido que todos somos iguales de divinos.
Es tan corto el tiempo y tan largo el olvido que es una pena continuar dormido.
Despierta mi amigo, saluda a tu hermano que aunque está contigo no te da la mano. Se pierde en minucias, se olvida que siempre la vida te enfrenta de nuevo a la muerte.
Es corto el trayecto, no vale la pena seguir discutiendo sobre aquella estrella. Todos nuestros males son un desperdicio, si no los curamos con amor divino.
Somos parecidos y no lo sabemos, nos creemos únicos mientras envejecemos…
Si por fin un día nos diéramos cuenta de que tú me haces falta y yo a tí también, sería más fácil olvidar las penas y tomarnos juntos un tarro de miel.
¡La vida es tan corta, tan bella, tan sabia!
No perdamos tiempo. Bésame otra vez💚