Cuando yo era pequeña el mundo era muy grande.
Tenía muchos sueños y grandes emociones.
A veces por las noches me hacía la sonámbula y algunas madrugadas eran bastante amargas.
Después me hice mayor, casi sin darme cuenta y supe del dolor y también de la ausencia.
Recuerdo con cariño las tardes con mi abuela y muchos viernes santos y también las verbenas
Mi infancia son recuerdos de un cole salesiano y de unas cuantas monjas que hablaban en cristiano.
Mi juventud la cala, la playa, los helados, mis padres, los agostos, mi hermana, mis gusanos…
Supe quién era el malo, el feo y el errado, y me jugué la vida jugando al enojado.
Me emborraché de cielo, de mar y de emociones y hoy te echo de menos papá de mis amores.
He llegado hasta aquí y voy a ser abuela cuando te vea la cara se acabaran mis penas.
Te amo y te amaré hasta el fin de mis dias…Te doy gracias por nacer, nietito de mi vida.