Eres rancio españolito, pequeñito, regordito, con barriga y sombrerito.
Eres rancio de abolengo, de reyes, de señorío, anticuado, desabrido.
A mí me gustas bilingüe, campechano, compartido, con alma de soñador, comprometido, pensador.
Me gustas cuando eres libre, sin dogmas, ni religión. Cuando me hablas en tu idioma y me enseñas tu canción.