«Hoy sólo tengo ganas de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato…» decía el poeta cabrero.
Hoy soy más sapo que mago.

«Hoy sólo tengo ganas de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato…» decía el poeta cabrero.
Hoy soy más sapo que mago.