Y mientras la piel se arruga el corazón se desnuda…
Se te ensanchan las caderas y se apaciguan las penas.
La vida pasa deprisa, parece que fuera ayer cuando mirabas de frente sin saber muy bien qué ver.
Y te conviertes en algo que no sabes lo que es
Que tal vez nunca descubras, que se llama ¿sensatez?
Prefiero seguir soñando como hacía en la niñez, cuando creía que todo se lograba de una vez.
Quizá la infancia carece de esos límites con que nos vamos lastrando con el paso de los años… Buena tarde 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona