Recordando a mi padre y a mi madre que hicieron posible que yo pudiera experimentar la maravilla de estar vivo.
Gracias a ellos, a su amor, a su energía, a su vida que alimentó la mía, a su esfuerzo, a su ejemplo, a su experiencia, a sus errores, a sus anhelos y fracasos. Gracias infinitas por darme lo más valioso que tengo: LA VIDA.
Que bonitas palabras
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