El ego místico, el ego obvio, el ego disfrazado, el ego victimista, el ego vanidoso, el ego orgulloso….todos provienen del miedo, todos buscan la aceptación, el reconocimento…
Todos son igual de absurdos, pero a todos nos toca alguno; porque estamos aprendiendo, porque somos espejos de otras sombras, porque nos reconocemos en los ojos y las lágrimas ajenas, pero nos cuesta ver las nuestras con claridad.
El humilde, el sabio, el maestro, no es espejo de nadie, porque no quiere verse deforme, ni tuerto! Llegar a vernos en nuestra auténtica esencia, libres de la esclavitud del ego, es un objetivo tal vez inalcanzable mientras sigamos vivos. Ser conscientes es el principio de la libertad.