Mi misión!… no, tu misión!, no, la misión!, tantas misiones como almas, tantas misiones como seres vivos, tantas misiones como “ misionables”….
¿Cual es mi misión? ¿Por qué nos hemos de preguntar semejante perogrullada? ¿Acaso se pregunta un árbol cual es su misión? ¿ Se pregunta la montaña, cual es su misión? Ni siquiera mi gato lo hace….
Necesitamos darle sentido a algo que lo tiene por sí mismo, sino fuera porque nos hemos desequilibrado , desconectado, desorganizado, deshumanizado, desnaturalizado! Ser y Estar y Respirar, es nuestra máxima misión!
Hemos de regresar al principio para recobrar el equilibrio que añoramos y anhelamos de la Madre Naturaleza.
Somos Naturaleza, pero estamos sordos y ciegos, estamos mancos y cojos, tuertos, inválidos , somos trocitos de pachamama buscando una teta donde mamar, porque nos destetaron antes de tiempo y crecimos sin fuerza, sin energía, sin aliento vital.
Somos seres huérfanos de nosotros mismos. Y por eso andamos a tientas buscando una misión…que dé sentido al sinsentido que es vivir de espaldas a nuestra verdadera esencia.
Polvo de estrellas en un viaje apasionante🌠
9 julio 2017