Cálzate buenos zapatos, calcetines imponentes, abrigo por si hace frío y un báculo para andar.
Lleva también mucha agua, equipaje ligerito, protección para los ojos y una gorra para el sol.
Agradece el madrugar y aprovecha la mañana, se hará más tibio el camino y te sentará mejor.
Empieza sin tener prisa pero no te pares mucho, come poco y despacito para poder aguantar.
Párate cuando haga falta y tómate un descansito, tampoco hay que sufrir mucho, el camino es para disfrutar.
Y no seas perezoso, no te rindas, no desistas, aprovecha las bajadas para poder soportar, esas cuestas, esos riscos, esas duras escaleras, el camino es tan distinto, tan perfecto, tan dual.
El camino eres tú mismo, con subidas y bajadas, con sol, con viento, con lluvia, con todas las telarañas. El camino de la vida que te enseña cada día, que te sostiene y te anima siempre a continuar.
Buen camino compañero. Gracias por tu caminar.