Desde un profundo sentimiento de arraigo, buscando entre los recovecos de mis entrañas. Amando y odiando al mismo tiempo mis pensamientos. Transitando entre risas y llantos por las emociones.
Añorando y despidiendo al mismo tiempo, respirando y muriendo a cada momento.
En constante búsqueda de mi misma, olvidando y recordando, conviviendo con esa parte sabia y trascendente que no quiere alabanzas ni reconocimiento.
Lidiando con mi parte más canalla, la que envidia y te busca y se hace el muerto.
Acudiendo a mi Ser, dando las gracias, por mi vida, mi espíritu, mi cuerpo.
Soy Especial, lo sé y ahí me recreo, en este ser ignoto y tan complejo. Al que amo al que odio al que respeto. El Ser que me conduce al Ser eterno.
El Ser que solo Ama y no tiene miedo. El Ser que es como Dios, grande y completo, el Ser que siempre es libre y siempre eterno. El Ser que no se pierde en estos versos.