El amor que yo te tengo sobrepasa este planeta, viene de un lugar secreto, entre galaxias y estrellas.
Pero tu libre albedrío, tu sagrado caminar, tu vida y tus decisiones son tuyas, de nadie más.
Yo no puedo intervenir, sólo te puedo acompañar. Ya no tengo la custodia, tampoco la autoridad.
Desde ese lugar oculto, olvidado, y añorado, el lugar donde los sueños no se volvían pasado. El lugar de las mil hadas, de los bosques encantados. El lugar donde teníamos el poder en nuestras manos…
Un lugar resplandeciente, hermoso y sólo reservado para los hombres valientes que no miran de costado. Desde el lugar donde te amas a ti más que a ningún otro ser humano…
Desde ahí, te abrazo y te doy todo mi amor y solo te digo hija mía que escuches tu corazón.