Señorita linda fue un gusto mirarnos después de las idas y de las venidas.
Me encantó encontrarte en la noche tibia, llena de esperanza, llena de alegría.
Señorita hermosa, me gustó mirarte después de los años, te conservas bella.
Te gusta lucirte, eres presumida, ¡señorita linda, señorita tierna!
Pasaron los años por todos tus poros, se hicieron de oro tus rizos dorados, tu dulce silueta se tiñó de olvido…señorita bella, así es el destino.
Señorita hermosa, de ojitos brillantes, de piel de amapola y dulce semblante…recuerda que el tiempo borrará tu cara, señorita bella, esa es la putada.
Nada de lo que hagas podrá resarcirte de tus noches largas y tus días tristes…
Señorita hermosa, vuelve tu mirada hacia aquella rosa que envuelve tu cara, y te dice: «hermosa, tuyo es el destino, señorita tierna sigue tu camino».