Nacemos más pequeñitas, lloramos como vosotros, antes que la sociedad os diga que eso es de flojos.
Somos inquietas, listillas, pizpiretas, hacendosas, lo mismo que lo son ellos, antes de su domesticación.
Los hombres y las mujeres, venimos del mismo sitio, llevamos distinto traje, pero idéntico corazón.
Somos las chispas divinas que llegamos a este mundo para sembrar el amor que queremos cosechar.
La energía que nos une, la energía femenina, se equilibra con la vuestra, se completa y complementa.
Y cuando ambas energías están en lindo equilibrio…,qué emoción, qué buena onda!
Se ensancha tu corazón. Si remamos todos juntos en la misma dirección, los hombres y las mujeres podremos vivir. mejor.