Vivir siempre es arriesgado, no tienes seguridad, puedes acabar muriendo antes de que llegue el final.
Pero el final nunca sabes cuándo tiene que llegar, entonces ¿para que sufres? Vive sin punto final. No puedes controlarlo todo, la vida te lo descontrolará. Estamos aquí de paso, deja de temer pasar. Nadie te cogerá del brazo para traspasar el umbral, tu solito muy despacio lo tendrás que experimentar.
No existe seguridad, no hay garantías, ni seguros que te permitan vivir con tranquilidad infinita.
Tú tienes las garantías, tuyas son todas las reglas, eres el listo del barrio, recuerda que llevas las riendas, de tu vida, de tu cuerpo, de tu salud y equilibrio.
Hazte el dueño de tí mismo, toma el timón de tu cuerpo. Cuida todos tus rincones, sanea bien las bisagras, aire bien los pulmones, aligera las entrañas.
Come poco, duerme mucho, rie, canta, baila y ama. Respira el aire divino y sonrie al sol de cara.
Tuya es tu vida mi amigo, no hay seguridad que valga.
Palabras tan ciertas. Muy buen post. Saludos
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Gracias por los consejos
Me quedo con “Respira el aire divino y sonríe al sol de cara”
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