Y ya no tienes tiempo de decir los «te quiero» que se quedaron dentro.
Y se pasa la vida y no usaste las sonrisas, ni diste los abrazos que ellos se merecían.
Y se pasa la vida y sientes que te faltan los días y las noches que se gastaron sin causa.
Y se pasa la vida y se hicieron mayores y te parece mentira que tengas tantas canas.
Y te miras la cara y aun te reconoces y miras más adentro y puedes ver tu alma.
Y te ves como siempre, tal vez un poco más cansada, y se nublan los ojos y se cae una lágrima. Por suerte siempre hay una gato dispuesto a rescatarla.
Y la vida se pasa y sientes los errores, y quisieras haber nacido sabia para empezar de nuevo y saberlo casi todo y tener la intuición más despierta, más clara.
Pero es así la vida y al final a todos nos pasa, sales al escenario sin ensayos. La vida es un estreno sin pausa.