Dejas huella cuando cantas, dejas huella cuando besas, dejas huella en los pequeños y en los viejos de la aldea.
Tus huellas pueden ser bellas, depende sólo de ti. Siembra amor, ternura, risas, y nunca podrás morir.
Vivirás en el recuerdo de los que hiciste reir y seguirás en sus sueños y en las mañanas de abril.
Te saludaran las flores, los pájaros cantaran y desde todos los rincones tus ecos resonaran.
Porque tu huella divina con ellos siempre estará y tu esencia pura y bella en tu estrella brillará.
Deja tu preciosa huella en los ojos que te miran. Sé amorosa y compasiva. Ese es tu misión amiga.
Felicidad compartida en los ojos que tu miras y en los ojos que te ven.
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