Necesito a mi mamá.
Necesito pisarla, abrazarla, respirarla, comerla, dormir en su regazo, caminar por su cuerpo, sentir su energía y llenarme de ella.
Necesito cuidarla, mimarla, sanarle las heridas, lavarle la cara, limpiar sus pies y tirar a la basura toda la porquería que le echan sin cesar.
Quiero decirle que la quiero, que confíe en mí, que trabajaré para rescatarla de la ignorancia. Seré su guardiana, así como ella lo es, lo fue y lo será por todos los tiempos.
Amén.