No me pasas ni una, no me dejas en paz,
te escucho en mi cabeza, te tengo que escuchar
Eres esa conciencia que me hace despertar
eres mi voz interna que me obliga a reflexionar.
No quiero que te calles, ni que dejes de hablar
Así sé si mis pasos muy errados están.
Y me muero de vergüenza y me causa dolor,
darme cuenta, conciencia, de mi más nimio error.
Porque todas las noches, antes de ir a dormir
tú me enseñas, conciencia, lo que no supe decir.
Lo que dije sin causa, lo que pude mentir,
las veces que me quise, sin saberlo, lucir.
Cuando me hice la lista, cuando te critiqué
cuando fui más que un ego, demasiado cruel.
No te calles, conciencia, no me dejes en paz
quédate cuando duerma y déjame soñar.
Para que un día despierte y me sienta feliz
y no te necesite porque vivirás en mi.