Eres el rey de los bosques, pino verde, pino sabio.
Tus hojas como cuchillas llenan todos los espacios.
Nos regalas los piñones, nos refrescas las mañanas, das de comer a los pájaros y le regalas vitaminas a mi alma.
En las escuelas debieran enseñarnos la botánica, ese poder poderoso que tienen todas las plantas.
Con las agujas del pino sanaríamos nuestras cuitas.
¿Sabíais que con sus agujitas conseguimos vitaminas?
Y del vapor de sus hojas obtenemos un aceite esencial maravilloso.
El aceite esencial de pino, ya fue investigado en tiempos Hipócrates, padre de la medicina occidental, cuyo lema era procurar la salud y el bien de los enfermos.
Han pasado muchos años y los juramentos a veces cuestan de mantener, sin embargo nuestro amigo el pino y su aceite esencial siguen, como entonces, proporcionándonos sus beneficios humildemente: nos dan paz y sosiego, nos revitalizan la mente y el espíritu y nos conectan con nuestra Madre Tierra.
Respira el aroma del aceite esencial de pino y ensancha tus pulmones
Date un buen masaje en tus músculos tensionados después de hacer ejercicio.
Y si tienes animales y quieres repeler a las pulgas y piojos, no dejes de usarlo.
El pino es un tesoro y su valor no tiene precio.