Poco a poco y con paciencia un día empiezas a ver que caminas por la vida en equilibrio y con fe.
Siempre estuviste buscando, vete a saber tú porqué, y de tanto que buscaste casi te pierdes la vez.
Pero nunca te cansaste, siempre confiaste en poder salir del atolladero en el que fuiste a caer.
Universidad, colegios, profesores de postin, trabajos remunerados, iglesias de sanedrín.
Luego vinieron los hijos, y se paró tu reloj, la crianza, los maridos, los padres a los que dijiste adiós.
Y te olvidaste de ti, de tu vida en equilibrio. Diste algún que otro traspiés y te hiciste muchos líos intentando comprender desde el cómo hasta el porqué.
Busca que te buscarás, siempre fuiste buscadora, desde Totón hasta Asunta, desde Azucena a Pankara.
Hoy has llegado hasta aquí, con la carita arrugada, conservando la ilusión, dejando de ser esclava, creyendo por fin en ti y en tu camino de maga.
La vida empieza hoy aquí, cada día, cada semana. Ya no existe más ayer y el ahora empieza mañana. El futuro es un enigma el pasado una patraña.
Todo es ahora y aquí. Equilíbrate mi hermana que la vida es una fiesta, empieza el baile…¡pues baila!
Si no puedes ver el cielo, ni a los pájaros volar, si no te bañas en el río, ni vas al mar a nadar.
Si no trepas a los árboles y no te ensucias los pies y en las calles vas mirando pero no alcanzas a ver…
Si siempre estás encerrado entre tus cuatro paredes, entre cacharros de barro que se enchufan a las redes.
Si sólo lees lo que dicen los diarios oficiales y estudias lo que en los libros escribieron los cobardes. Los que ganaron las guerras, los que gobiernan el mundo. Esas mentes tan perversas que sólo miran su pupo.
Si te cerraron los ojos de tu inocente intuición, si no tienes ya las ganas ni tampoco la ilusión.
Del colegio hasta tu casa, del gimnasio a la oficina. Los domingos añoranza y los lunes pesadillas…
Cambia tu vida mi hermano, la vida está en la otra orilla.
Vuelve a ver salir el sol y no comas plastelina.
Los días pasan deprisa y los años se acumulan, si no tienes tanta prisa vivirás sin la locura de relojes, de aspirinas, de libros y de basura.
Naciste un día en la tierra, no olvides porque viniste, la vida esta allá a la vuelta, sin oscuras cicatrices.
Es sencilla, descansada, amorosa y complaciente. La vida no te la enseñan en un pupitre indecente.
Ni en la iglesia de la esquina ni en aquella catedral, ni en la mezquita vecina ni en templo sideral.
La vida sólo consiste en mirar alguna estrella, en bailar agarraditos, en cantar una canción, en suspirar un ratito mientras comes un bombón.
La vida eres tú Brunito cuando ries, cuando lloras, cuanda saltas y chamuyas y te tumbas a la bartola.