LA HERIDA

A veces las heridas cuestan mucho de cerrar. Es profunda y escuece aunque intentes disimular.

¡Pusiste tanto empeño en hacerlo tan bien! Remaste a contracorriente y no pudiste alcanzar la costa. ¡Y te gastaste tanto! Te dejaste la piel y te dejaste buena parte de tu ilusión también.

Y la herida aún escuece, supura y se gangrena. ¡Está tan infectada y aún te da tanta pena!

Me dirás que es el ego y seguro que sí. Lo asumo, me lo trago y continúo sin ti.

Fuiste toda mi vida, mi pasión, mi trabajo.

Hoy me despido de tí y me duele… !carajo!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s