Inocente como un niño pero sabio como un viejo.
Un hombre bueno y sencillo que contiene el universo.
Que viajó con las estrellas abducido de chiquito por unos seres pequeños que le dieron grandes signos.
Que le abrieron la intuición y el saber y el bienhacer. Que le mostraron la vida y la misión a ejercer.
Que un dia llegó a estas tierras con la pasión por comprender, huyendo de su miseria, de sus luchas de poder.
Y aquí se hizo gigante y muy pequeño a la vez y pudo ejercer de amawta casi casi sin querer.
Y hoy reside en mi casa y es un honor y un placer. No siempre tienes la suerte de convivir con un ser tan especial, tan enorme, tan tímido y tan genial, este amawta es un señor totalmente colosal.
Su compañía agradable, su conversación sencilla, sus palabras un ensueño, su risa una maravilla.
Este amawta es un tesoro, un diamante, una ilusión. Agradezco al universo y tambien al Padre Sol.
Gozar de su compañía es un regalo, un privilegio y bendecir la comida se hace a gusto y con aprecio.
Doy las gracias a la vida por haber aparecido querido Fernando Ergueta en nuestro humilde camino.