Me pariste una tarde de dolores y miedos, pero cuando me viste se te pasó el dolor.
Me diste de tu leche, me acunaste en tu pecho y te hiciste conmigo más sabia y más mayor.
Fuiste bella y valiente, trabajadora y limpia, hacendosa, complaciente, como así había que ser.
Eran tiempos de guerras, machismos, represiones, eran tiempos oscuros que no llevaste bien.
Mujer atemporal, buscaste tu camino, y había tantos baches que no te dejaron avanzar…
Que un día decidiste, volver a tu destino y convertirte en polvo, en estrella fugaz.
Y hoy te veo en mis manos, te escucho en mis latidos, te siento por las noches cuando ayuno y suspiro.
Cuando me contorsiono, medito, me maquillo, cuando veo a tus nietas, igualitas que tú.
Y te digo mamá, que honro tu camino, que extraño tu sonrisa y añoro tu calor, pero que estoy contenta por haberte escogido, porque fuiste mamá, la mami más mejor.