Pequeñito engreído ya nadie te hace caso y tú sigues llamando tu estúpida atención.
Te duelen los desplantes, te afectan los desaires, todo lo magnificas eres un campeón.
Campeón de batallas que nadie más disputa, solicitas constantemente la atención y cuando no te miran te vuelves pequeñito, descreído, insolente, un pobre tontorrón.
Eres un esperpento, una caricatura, un pobre ego imperfecto, quejica y controlador.
Deshazte de tus traumas, ego pluscuamperfecto, no eres más que un pequeño gigante sin razón, ¿no ves que sólo haces un tremendo ridículo? ¿Que a nadie más importas? ¿Que eres un fantasmón?
Ego de mis pesares, ego de mis rabietas, ego agilipollado sin barco, ni patrón.
Bájate ya del podio, ríndete chiquito, ya no tienes cabida, renuncia a tu misión de hacerte imprescindible, de ser el ‘más mejor’.
Ya no te necesito, dilúyete mi eguito, no me hagas más chantaje, no seas desleal.
Bye, bye, ego querido mi Ser no necesita de tu ayuda nunca más.