Cómete el sol, bébete el sol, respira el sol, sé un sol para los demás.
Alumbra, calienta, abriga, alimenta a las almas que andan cabizbajas y escondidas detrás de una mascarilla.
Dales tu luz, dales esperanza, dales compasión y consuelo.
Es tiempo de renacimiento, de nueva humanidad, de resurrección.
Aparentemente la realidad es un caos, la economía un desastre, la salud una quimera, la cultura ha desaparecido, la educación está controlada y manipulada obligando a distanciarse y lavarse las manos continuamente como si nuestros niños tuvieran la peste….
Pero son apariencias, hermanos, y ya sabemos que las apariencias siempre engañan.
La realidad se cuece y se está creando y desarrollando en otras esferas. Dentro de los corazones de los hombres conscientes, sin miedo.
Los hombres y mujeres del nuevo mundo. Un mundo lleno de luz, amor, salud, hermandad, abundancia, paz, libertad.
No llevéis a vuestros hijos a los centros de adiestramiento.
Dejad vuestros trabajos si os sentís esclavos en ellos.
Confiad en vuestro corazón, escuchadlo, hacedle caso.
Dejad de compartir la información oficial que asusta y amedranta.
Salid de vuestras madrigueras humanos amordazados y bebeos el sol.