«El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve» (1)
¿Quién es esa que te mira? ¿Quién es esa que te ve? Puede ser que seas tú misma… Tal vez, quizá, podría ser.
Los ojitos se entrecierran, el cuello se empieza a encoger, y el cabello que era oscuro, cada vez más blanco se ve. Te miras en el espejo y crees que te puedes ver, que eres la misma de siempre, esa niña, esa mujer…
Pero la piel no es la misma, ni tu voz, ni siquiera tu tez, solo tu SER permanece y hoy ya lo puedes VER. Se cayeron las caretas, se murió la estupidez, hoy te sientes más ligera aunque peses más que ayer.
El espejo nos devuelve la mirada que tú ves y el ojo que ahora estás viendo es el mismo que fue ayer, ese que un día vio el mundo y se enamoró de él. El ojo que vio a tu hijo y se reconoció en él, el ojo que vio a tu madre un día desaparecer. Ese ojo que mañana cerrarás para no volver.
El cuerpo es ese envoltorio al que nos aferramos bien, con el tiempo y una caña me independizaré de él.
(1) Juan de Mairena – Antonio Machado