Todo limpio y reluciente de cara a la galería. No hables demasiado alto no vaya a ser que te llame la atención la policía.
Todos son muy educados, funciona todo al milímetro, te saludan siete veces, sonrientes y exquisitos.
Los lavabos tienen música para que no hagas ruido mientras tu cuerpo se queja de tanto arroz con pescadito.
Es un país de contrastes, todo es pequeño y bonito pero a mí sólo me gusta venir a ver a mi cachorrito🎏