MATTEIMASU

No me canso de esperar con alegría que se abra la puerta de ese avión

para ver tu carita y tus ojazos que me miran desde el corazón.

La luz que se asoma por tus ojos es la luz que me acerca a la ilusión

de saber que un día, sé que pronto, volverás para quedarte, coliflor.

Te extraño y tú lo sabes y lo sientes, como yo sé que tu vida es una flor

que esté donde esté olerá siempre, a perfume de hogar y a tu pasión.

Estés donde estés quiero que sepas que latimos al unísono, mi amor.

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