Retiro, descanso merecido.
Sueño hecho realidad después de toda una vida de trabajo y engaño.
Caimos en la trampa. Nos hicimos útiles. Produjimos riqueza gastando nuestro cuerpo.
Nos robaron las horas. Nos pagaron el tiempo. Perdimos las mañanas mientras criábamos canas sin saberlo.
Y una tarde de octubre, cerca ya del invierno, advertimos que nos hicimos viejos sin remedio.
Buscamos un refugio, recogimos los bártulos para dejar espacio y camino a los nuevos.
Los nuevos engañados, jóvenes e inexpertos que, oh ilusos, aun creen que tienen tiempo…