Antes de que los médicos pronostiquen tu futuro, coge las bridas de tu vida y sal de ese lugar seguro.
Cabalga por las montañas, atraviesa las paredes, surca todos los océanos, colúmpiate en esa estrella y a lomos del padre sol siéntete eterna.
No esperes a tener dinero, no ahorres el tiempo en tu vida. La vida es para vivirla con la libertad divina.
Con la alegría, el deseo, la ilusión, la maravilla de sentir que eres el dueño de tu día a día. Que no dependes de nadie, que nadie va hacer tu cama, que la comida que comes siempre la regala Gaia.
Deja de ser un esclavo, medita y reza a tu dios, que no eres más que tú mismo si escuchas tu corazón.
Cada día es un regalo, cada flor una bendición, cada beso una caricia que alegra tu corazón.
La vida es para vivirla. Ayer, mañana, siempre, hoy.
No esperes ningún permiso, tú eres tu propio patrón.