EL MAYOR DESAFÍO

¡Seamos compasivos, amigos!

Si apenas nos percatamos de nuestros cambios a lo largo de los años…

Si no somos capaces de darnos cuenta que hemos envejecido y que de pronto nos salieron canas y arrugas.

Si nuestro interior sigue siendo ese niño que busca a su madre ausente…

¿Cómo vamos a darnos cuenta de que nuestros hijos ya no necesitan nuestra teta?

Que se convirtieron en adultos, aparentemente libres para tomar sus propias decisiones y cometer sus propios errores

Que son autónomos y que ya no nos necesitan…

Que debemos dejar de pensar en ellos como si aún fueran nuestros niños, a los que educamos mejor o peor, cómo pudimos, cómo supimos, cómo quisimos…

El mayor desafío es saber estar, lograr ser en cada momento de nuestra corta vida el hombre y la mujer en perfecto equilibrio con su momento vital, con su entorno, consigo mismo.

No somos conscientes de nuestros ciclos vitales y andamos errantes buscando un niño que se hizo viejo sin enterarse.

Gran desafío amigos🙌

Deja un comentario