Nacemos inocentes, sin pecado, sin huella.
Nos vuelven impotentes, somos almas en pena.
Vivimos anestesiados, nos crecen las escamas.
Y cuando despertamos nos duelen las entrañas.
Nacemos inocentes, sin pecado, sin huella.
Nos vuelven impotentes, somos almas en pena.
Vivimos anestesiados, nos crecen las escamas.
Y cuando despertamos nos duelen las entrañas.

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