Vamos por la cuerda floja, sin salvavidas, ni red. Con un billete de ida y sin ganas de volver.
Miramos hacia delante, no quiero retroceder porque el camino ya andado, no se puede deshacer.
Vamos en fila de a uno, solos, sin más compañía que las ganas de verdad y de confianza en la vida.
Y creemos en un Dios, en el creador de la vida. En nuestro Padre amoroso, lejos de dogmas y de Iglesias frías.
Sin red, a pelo, sin miedo. Con los velos desvelados y la fe de nuestros padres y la verdad en nuestras manos.
Somos los que nos sabemos dueños del grial deseado, que está en nuestros corazones, hermanos buenos y sabios.
Sin red camino esta noche segura de mis bellos pasos, confiando en que mañana el sol seguirá alumbrando.