Esa chispa divina que a todos nos define. Que nos hace ser uno con la eternidad.
La mónada de Dios que nos trajo a la tierra para juntos un día poder despertar.
El amor es la clave, el amor que nos une: al joven, al chiquito, al viejo, al animal.
El amor por la madre que nos da su cobijo, que alimenta tu cuerpo, que acompaña tu andar.
Amor por lo que somos. Aunque no lo recuerdes. Amor por ese alma que no puedes tocar.
Amor por el pasado, amor por el presente. Por todo lo vivido, por lo que te hizo llorar.
No quieras entenderlo, no le pongas palabras. Está en tu corazón, allí lo encontrarás.
En las noches oscuras, en el total silencio. Cuando no entiendas nada, allí aparecerá.
El amor es la clave y aunque no te des cuenta, despacito y sin prisa, lo haces realidad.
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, y como Jesucristo también resucitarás.