Te parece que no avanzas, que vuelves a tropezar. Que no ha servido de nada todo lo que has andado ya.
Y flaqueará tu esperanza y te volverás a cansar y no tendrás ganas de nada, solo ganas de llorar.
Deja que las cosas pasen y tú déjalas pasar. Ten más paciencia contigo y menos con los demás.
Y confía en el camino que has aprendido a transitar, no te creas que es en vano, todo está bien como está.
A veces sientes que empiezas y solo has de continuar. Para, escúchate, contempla. Nunca vuelves a empezar.
Das tres pasos para adelante y dos pasos para atrás. Pero nunca retrocedes. Lo andado, caminado está.
Felicítate compadre, porque en el camino estás y el horizonte es tan grande que nunca lo alcanzarás.