Desde la Ley Natural, la que las precede a todas. La que proviene de Dios.
La que emana a todas horas de las montañas, los ríos, los mares, las mariposas.
Desde la Ley Natural, la que protege tu vida, la que te cuida de niño, sin que nadie se lo diga.
Desde esa jurisdicción que precede a los preceptos, que es antigua como el sol, que viaja con el viento.
Desde ese lugar sagrado que casi nadie conoce, pero que nos pertenece y no nos hace reproches.
Más allá de la ficción, lejos de ese personaje, con el que todos comercian hasta el día que te canses.
Desde la jurisdicción de nuestra sagrada esencia, pre-estatal y pre-pagada, pre-aprobada por coherencia.
Eres más que una persona, más que un apunte contable. No te creas ese número, no eres una variable.
Ni tampoco un DNI, ni un crédito, ni una hipoteca. Ni la deuda que crearon sobre ti sin que ni te dieras cuenta.
Todo lo tienes pagado desde el día que naciste, porque tú eres el valor, sobre el que ellos comerciaron.
Recupera tu poder, tu identidad eterna esencia, que está viviendo la vida gozando de la experiencia.
Recupera la alegría de saberte soberano, de ser libre, de estar vivo, de reconocerte humano.
Se acabaron las mentiras, todo al fin está embargado, solo tienes que sentirlo y actuar, querido hermano.
Tu Ser multidimensional siempre te dará la mano, te volverás transparente, nadie va a cerrarte el paso.
Porque la Ley Natural te hace invisible, estimado, porque es la Ley que nos rige desde que fuimos creados.