TE NECESITO, MADRE

Necesito pisarte, madre. Necesito tocarte. Ensuciarme las manos de barro y abrazarte.

Necesito tu olor a tierra y arrimarme a tus árboles, a tus hierbas que sanan el alma y la carne.

Necesito el silencio de tus tardes.

Te necesito, madre.

Necesito curarme del asfalto y tengo hambre de este sol que presagia primaveras amables.

Necesito el color de tus flores y el canto de tus pájaros, el sonido del río, el olor de los mares.

Te necesito, madre.

Porque somos iguales, respiro por tus poros.

Me alimento de ti y me duermo escuchando el viento del invierno que me anuncia un verano preñado de bondades.

Te necesito, madre.

Hambrienta estoy de ti, mi madre más amada, madre naturaleza, madre tierra sagrada.

Hambrienta de caricias, de risas, de esperanzas, de noches luminosas, de bienaventuranzas.

Necesito tenerte y volver siempre a ti, porque si estoy contigo, me siento más feliz.

Te necesito, madre.

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