Cierro los ojos, te chupo, me lleno de tu sabor.
Me enamoro de tu aroma, me apasiona tu dulzor.
Tu piel rugosa y suave, luminosa como el sol.
Tu juguito perfumado, llena mi boca de amor.
¡Me muero por tu fragancia, cuando eres una flor!
¡Me enloquecen tus espinas, me apasiona tu color!
¡Eres tan perfecto, amigo! ¡Tan generoso, mi amor!
Mi naranjo favorito, predilecto hijo de Dios.