En esta noche añorada de emociones desbordantes, donde la magia se hace dueña de la realidad más aplastante.
En la noche donde niños y mayores son iguales y todos piden regalos igualmente delirantes…
En la noche de las hadas, los camellos, los gigantes, donde soñar no cuesta nada, aunque solo sea hasta que te levantes…
En esta noche, de risas, caramelos y reyes que salen de todas partes…
Te deseo lo mejor, lo que más falta te hace: alegría, mucho amor, salud y algún cachivache que te ayude a suspirar y a volver a ilusionarte.
A que te vuelvas pequeño y recuerdes cómo fuiste antes de que se apagaran tus sueños.
Que vuelvas a enamorarte de ese niñito inocente que escondes sin acordarte que sólo si eres un niño vale la pena ser grande.