Es un largo camino lleno de baches y curvas.
Un camino oscuro, estrecho que no apetece caminar.
El camino que te lleva a rendirte ante la idea de que todo lo que ocurre es lo que ha de pasar.
Es un camino difícil, imposible muchas veces.
Casi nadie lo comparte y eso es fácil de entender.
A ti te costó una vida comprender lo que te dicen, los que conocen y exolican esta rara dualidad.
El camino te hace añicos los prejuicios, los reproches, los egos y los temores, lo que es justo y lo que no.
No está bien visto ir de ingenuo y poner la otra mejilla, les saca de sus casillas, y pocos te seguirán.
Tendrás que escuchar que eres tonta, ingenua, un poco simple.
Ilusa, e incompatible con lo que manda la ley.
Es el camino del héroe, del hombre humilde y sencillo, que conoce su destino de Ser divino inmortal.
Que no le teme a la muerte ni a sufrir ningún castigo y que confía en su suerte y en su vida hasta el final.
Aceptar la oscuridad puede costarte una vida, y cuando lo has comprendido ya puedes morirte en paz.