MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO

No, no es de este mundo mi reino.

Yo he venido a destacar.

A salirme de la norma y de lo que crees normal.

He venido con las alas desplegadas del perdón.

Con la fe en la vida eterna, con amor y compasión.

Y no es de este mundo mi reino, porque en él lo que se estila,

no es poner la otra mejilla, sino el odio y el rencor.

Mi reino no es de este mundo, y no digo que sea mejor.

Es un mundo donde viven la risa y el buen humor.

Donde las penas se alivian tocándote el corazón,

donde al abrazo te cura, donde eres puro amor.

Y así dejaré este mundo, sin pena.

Con la convicción de que ese es el camino para aliviar el dolor.

Para sanar las heridas, para vivir sin rencor.

Para que no sientas culpa, por no haberlo hecho mejor.

Lo hicimos como pudimos, cómo nos dictó el corazón.

Ese que nunca te engaña si lo escuchas de verdad,

ése que bien te conoce, ése que da libertad.

El corazón no te miente, no entiende de bien o mal.

Él es puro amor viviente.

Gracias por Ser, por Estar,

por no abandonarme nunca.

Por ser la pura verdad.

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