Escribo porque me gusta y me causa buen humor. Me proporciona alegría, me hace sentir mejor.
Y no importa si me lees, si lo haces, mucho mejor. Yo no sé si escribo bien, pero tengo vocación.
Si te gusta lo que escribo me causa satisfacción, pero si a ti no te gusta, no me causa gran dolor.
Yo escribo para mi alma, porque lo necesita mi corazón. Porque a mí escribir me sana, me satisface un montón.
Escribo porque las musas me chivan lo que es mejor, para seguir escribiendo mientras pueda mi razón.
Mientras mis ojos lo vean, y lo apruebe mi intuición. Mientras Dios que está conmigo me de su bendición y me susurré al oído: ‘no abandones, por favor’.
Escribe Pankara entonces, escribe a tu corazón, él siempre estará contigo y así cada día escribirás mejor.